Reacciones habituales frente a eventos traumáticos

Luego de un evento traumático, pueden ocurrir las siguientes reacciones:

  • Recuerdos angustiosos recurrentes e involuntarios del suceso.
  • Sueños angustiosos recurrentes relacionados.
  • Reacciones disociativas (ej. flashback) en las que la persona siente o actúa como si el suceso estuviera ocurriendo de nuevo.
  • Malestar psicológico intenso o prolongado al exponerse a estímulos relacionados (pensamientos, sentimientos, lugares, personas, situaciones, objetos o conversaciones que tengan que ver con el evento).
  • Reacciones físicas intensas a estímulos relacionados con evento (por ej. sudoración, palpitaciones, temblores, estómago apretado, etc.).
  • Evitar pensar cosas o sentir emociones que se relacionen al evento.
  • Evitar estímulos (personas, lugares, conversaciones, actividades, objetos, situaciones) que traigan recuerdos, pensamientos o sentimientos relacionados al evento.
  • No poder recordar una parte importante del evento (tener evento “bloqueado” en la memoria).
  • Creencias o expectativas negativas persistentes y exageradas sobre uno mismo, los demás o el mundo (p. ej., “Estoy mal,” “No puedo confiar en nadie,” “El mundo es muy peligroso”).
  • Percepción distorsionada de la causa o las consecuencias del evento, que hace que la persona se culpe exageradamente a sí misma o a otros.
  • Estado emocional negativo persistente (p. ej., miedo, terror, rabia, culpa o vergüenza).
  • Disminución importante del interés o la participación en actividades significativas (que antes eran importantes para la persona).
  • Sentimiento de desapego o extrañeza respecto de los demás.
  • Dificultad persistente de sentir emociones positivas (p. ej., felicidad, satisfacción o sentimientos amorosos).
  • Conducta irritable y arranques de furia.
  • Conducta imprudente o autodestructiva.
  • Hipervigilancia (estar más alerta de lo normal como si la persona estuviera en constante peligro, necesidad de estar en guardia constantemente como si algo malo fuera a ocurrir).
  • Sobresalto exagerado.
  • Problemas de concentración.
  • Alteración del sueño (dificultad para quedarse o mantenerse dormido, despertar antes de la hora deseada, etc.).

Algunas personas pueden inicialmente tener algunas reacciones y conforme pasan los días, percibir otras. Estas reacciones debiesen ser pasajeras y desaparecer transcurridas de 4 a 6 semanas. Dichas reacciones se consideran normales, entendiendo que se producen frente a situaciones que son inesperadas o anormales para la vida cotidiana. Algunas personas pueden pasar varias semanas o meses sin síntomas luego de una situación estresante o traumática, desarrollando las mismas molestias de forma más tardía.